miércoles, 27 de junio de 2012

¨"La triste realidad"


NAVARRA LAS DENUNCIAS POR MALTRATO SE DUPLICAN

La crisis fuerza a mujeres maltratadas a regresar con su agresor y eleva su dependencia económica.


Pamplona. El 23% de las 82 mujeres víctimas de maltrato que pasaron por el centro de urgencias del Gobierno foral el año pasado volvieron con su agresor, un dato alarmante si se tiene en cuenta que hace diez años el porcentaje era menor, del 18%. ¿Qué está ocurriendo? Para empezar, hay que aclarar que este recurso va dirigido principalmente a aquellos casos donde se valora que peligra la integridad física de la mujer. De hecho, el 69% de las que abandonaron su vivienda en busca de un espacio de protección ya había interpuesto una denuncia, según la memoria de 2011, y el 47% consiguió una orden de alejamiento. El perfil se corresponde con el de mujer de 32 años con menor a su cargo, y al menos la mitad sin ingresos propios.
Tal y como reconoce Arancha Munárriz, de la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito, dependiente del departamento de Justicia Social del Gobierno foral, el número de mujeres que acuden a la casa de acogida es muy pequeño, por lo que "valoración del dato es muy sesgada y exclusivamente de las que ingresa". Además, coincide que es la que tiene "más dificultades personales, con hijos y con menos apoyos sociales". "Las dificultades para salir adelante son tan grandes que, en muchas ocasiones, vuelven con el agresor", señala.
En un estudio de investigación realizado por la UPNA con datos de 2008 se constataba que el 14% de las mujeres que acudían al centro de urgencias volvían con el maltratador, un 17% compartían piso, otro 27% regresaba al domicilio familiar previa salida del agresor o bien al hogar de la familia extensa 26%. Y un 7% pasaron a la Casa de Acogida. El "rol de madres y cuidadoras" que se ha transmitido de generación en generación forma parte de la "construcción de la propia identidad" y, en el caso de las mujeres que sufren maltrato, se convierte a menudo en "un callejón sin salida" ya que priorizan las necesidades de los otros "de manera sistemática, perdiendo el espacio propio", refleja el estudio que coordina Blanca Fernández del departamento de Trabajo Social. De este rol se detectan dos consecuencias "esenciales": la primera la situación de "sobrecarga" en las tareas de los cuidados familiares" y el tema de los menores, ya que suele darse un fuerte "chantaje emocional" por parte del agresor, y la exigencia externa de que "se recupere para atender a los menores".
más órdenes de protección Para Ana Carmen Senosiáin, del Instituto Navarro para la Igualdad y Familia, esta tendencia a volver al hogar donde se ha sufrido la violencia no es exclusiva de las usuarias del centro de urgencias, ya que "se carece de datos del resto de víctimas". Lo cierto es que sí hay estudios que relacionan la crisis con la vuelta de las mujeres con el agresor. La falta de horizonte ya no sólo de autonomía personal, de libertad, sino de autonomía económica, hace que, en muchos casos las mujeres vuelvan con su pareja o que no se separen. La crisis lo que hace es "agravar la dependencia económica, y limita las posibilidades de romper y empezar una vida autónoma". Y al haber muy pocas posibilidades de encontrar un trabajo hace que la mujer maltratada "aguante más".
A juicio del INAIF, la violencia machista no ha aumentado en los últimos, aunque haya crecido el número de denuncias. Lo que ocurre es que la aplicación de la ley orgánica de 2004 ha supuesto un aumento de las órdenes de protección, y una mayor formación del personal policial y judicial, lo que ha posibilitado que afloren nuevos casos. Para entender el proceso psicológico que vive una mujer dentro del ciclo de la violencia hay que conocer las tres fases: una de acumulación de tensión, otra de explosión (agresión) y lo que se denomina luna de miel. En esa última fase es cuando él pide perdón, dice que no se va a volver a repetir, y ella está "bastante devastada sin ver salida y tiende a creerle". Ese momento de la luna de miel es, señala, "el que sostiene las relaciones de violencia. Si la mujer es capaz a partir de ahí de no creer da igual lo que haya aguantado porque está en posición de salir". No siempre es así, porque ese ciclo se repite y hay un momento, sobre todo en la fase de tensión, en que ella cree que "controla" la reacción del agresor. Piensa que, según lo que haga, el reaccionará en un sentido o en otro, que tiene el control "y no es verdad", el agresor "no explota siempre por la misma razón". El verdadero problema es ése, que la víctima no lo ve como agresor: "Unas veces se echan a la culpa a ellas, creyendo que van a manejar la situación, y otras a factores externos, es que cuando bebe... cuando le calientan la cabeza... Cuando ves que la responsabilidad es sólo suya es cuando abres los ojos y te das cuenta de que estás viviendo una relación de violencia. Si no, no".

Psicológica y física :En relación al aumento de los casos de denuncias por violencia física, reconoce que ésta "no puede existir sin la psicológica". "Nadie agrede físicamente a otra persona sobre la que no ha ejercido ya un maltrato en su estima. Ojalá fuera así, porque ninguna mujer aguantaría un tortazo; cuando lo aguanta es porque ya está devastada emocionalmente, con un shock postraumático", alertan. ¿Qué es lo que garantiza una denuncia?: "Puedes tener una ayuda de emergencia, una orden de protección y un piso de acogida, pero al denunciar tienes que empezar todo un proceso de vida sola, a veces con criaturas, lo que es difícil. Tienen un apoyo pero que tienen que empezar una vida autónoma, la dependencia que tenían del agresor no la pueden coger ahora de la institución". Por otro lado, hay nuevos mensajes sociales que hablan de la vuelta de la mujer al espacio privado aprovechando la crisis... De hecho, el discurso de una víctima, hasta que no se encuentre empoderada, es "absolutamente patriarcal, tendré la culpa, me voy a intentar adaptar, le voy a perdonar... echando la responsabilidad de lo que hace en otras cosas, es que está el trabajo muy mal... Y si la sociedad le devuelve el mensaje que le corrobora en eso... en cuanto a roles, a mandatos que tiene por ser mujer, volveremos para atrás", indica. En este contexto incidir en la prevención es clave, sobre todo entre adolescentes, que "se den cuenta que si la pareja te llama ochenta veces al móvil para saber donde estás, no confundan amor con control".

GUÍA PARA MUJERES MALTRATADAS



  • Mujeres maltratadas

  • Teléfono para mujeres maltratadas +34 900 222 100 Comunidad de Madrid o +34 016
  • SERVICIO DE ATENCIÓN A LA MUJER (SAM) DE LA POLICÍA EN TODAS LAS JEFATURAS DE POLICÍA.

CONSEJO PARA UNA MUJER MALTRATADA
En el caso de haber sufrido una agresión o amenaza, debes personarte ante cualquier Comisaría de Policía o Cuartel de la Guardia Civil para proceder a efectuar la denuncia del agresor y solicitar una orden de protección urgente.
También tienes que conocer que cuando estés en peligro o conjuntamente con tus hijos puedes abandonar el domicilio sin incumplir el deber de convivencia, siempre que en el plazo de 30 días solicites unas medidas provisionalísimas o presentes demanda de separación.
LAS MEDIDAS PROVISIONALES
Previstas para los casos de urgencia y necesidad, la Ley te faculta para solicitarlas personalmente del juez de Familia sin necesidad de Abogado ni de Procurador.

Contienen la autorización para vivir separados, medidas sobre la custodia de los hijos, disposición de la vivienda y auxilios económicos.
LA DEMANDA POR MALTRATO
Se interpone en el juzgado de Familia por medio de Abogado y Procurador. Si careces de recursos económicos y has solicitado asistencia jurídica gratuita encontrarás asesoramiento en el Colegio de Abogados, con la finalidad de orientar y encauzar tus pretensiones.

Al abandonar el domicilio procura llevar contigo, además de tus enseres particulares:
• El libro de familia
• DNI/NIE propio y el de tus hijos
• Cartilla de la seguridad social
• Nómina de la persona con la que convives o copia de la declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Fisicas (IRPF)
• Facturas y documentos que acrediten los gastos del sostenimiento familiar.

miércoles, 13 de junio de 2012

relatos

violencia contra la mujer

"La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz."

Kofi Annan,
Secretario General de las Naciones Unidas


La violencia contra la mujer adopta formas diversas, incluidos la violencia en el hogar; las violaciones; la trata de mujeres y niñas; la prostitución forzada; la violencia en situaciones de conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones sistemáticas, la esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por razones de honor; la violencia por causa de la dote; el infanticidio femenino y la selección prenatal del sexo del feto en favor de bebés masculinos; la mutilación genital femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales.
La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, demuestra el reconocimiento y la comprensión internacionales de que la violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra la mujer.
En la Plataforma de Acción adoptada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, se define la violencia contra la mujer como una de las 12 esferas de especial preocupación que deben ser objeto de particular hincapié por parte de los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad civil.
En su 42o período de sesiones, celebrado en 1998, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas propuso nuevas medidas e iniciativas que deberían aplicar los Estados Miembros y la comunidad internacional para poner fin a la violencia contra la mujer, incluida la incorporación de una perspectiva de género en todas las políticas y programas pertinentes. Entre las conclusiones convenidas del período de sesiones figuran medidas destinadas a prestar apoyo a la labor de las organizaciones no gubernamentales, combatir todas las formas de trata de mujeres y niñas, promover y proteger los derechos de los trabajadores migrantes, en particular las mujeres y los niños, y promover las actividades coordinadas de investigación sobre la violencia contra la mujer.

tipos de violencia

Datos y cifras
  • La violencia contra la mujer, sea violencia de pareja o violencia sexual, constituye un importante problema de salud pública y una violación de los derechos humanos.
  • En un estudio realizado por la OMS en varios países, entre un 15% y un 71% de las mujeres refirieron haber sufrido en algún momento violencia física o sexual por parte de su pareja.
  • Estas formas de violencia producen problemas de salud física, mental, sexual, reproductiva y de otra índole, y pueden aumentar la vulnerabilidad a la infección por el VIH.
  • Entre los factores de riesgo de perpetrar estos actos de violencia se encuentran el bajo nivel educativo, la exposición al maltrato en la infancia o a actos de violencia entre los padres, el consumo nocivo de alcohol, las actitudes de aceptación de la violencia y la desigualdad de género. La mayoría de ellos son también factores de riesgo de ser víctima de violencia de pareja o de violencia sexual.
  • Los programas escolares de prevención de las relaciones violentas entre los jóvenes («violencia en el noviazgo») son los que cuentan con mejores pruebas de su eficacia. También son prometedoras otras estrategias de prevención primaria, como la microfinanciación combinada con la formación en materia de igualdad de género o las iniciativas comunitarias dirigidas contra la desigualdad de género o a mejorar la comunicación y las aptitudes para las relaciones interpersonales.

  • Las situaciones de conflicto y desplazamiento pueden exacerbar la violencia y generar nuevas formas de violencia contra la mujer.